La carne en la alimentación de los bebés

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La gran pregunta que nos hacemos muchas madres es cuando comenzamos a introducir la carne en la alimentación de los niños. Una vez que el bebé ha aceptado sin ningún problema los cereales, luego las verduras y las frutas, se procederá a introducir las carnes en la dieta del bebé. Esto suele ser a partir de los seis meses, pero hay que tener ojo con estas cosas. Afortunadamente, el trabajar durante muchos años en una franquicia de ropa infantil como Grupo Reprepol, me ha servido para saber algo más que de ropas de bebés.

Todo el proceso tiene que ser lento, e ir poco a poco, entre otras cosas porque es el primer alimento de origen animal que iba a probar mi hijo, por lo que la tiene que ser pausada, para ir comprobando cómo asimila la carne el niño. Está claro que aunque hay muchas madres que no quieren que sus hijos coman carne, creo que es un error, las carnes son muy buenas.

Sobre todo porque tienen propiedades muy saludables para favorecer el crecimiento. Aportan proteínas, vitamina B12, para la formación de glóbulos rojos y el sistema nervioso, y minerales como el zinc y el hierro, esencial para combatir la anemia. Por lo tanto, no dar carne a nuestros niños es un error con mayúsculas.

Ahora bien, hay que saber qué se le da a los niños. Por ejemplo, yo comencé con los muslos y las pechugas, siempre sin piel, eso sí. Y es que son las partes más tiernas y magras y a la vez las más agradables para comer. Aún recuerdo la carita de mi niño la primera vez que lo comió. Afortunadamente no es como yo, que odio el pollo y todas las aves. Luego, cuando vi que lo asimilaba bien, aproximadamente un mes después, comencé a meterle el cordero.

Cierto es, que era muy reacia y me costó más tiempo introducir en su alimentación el cerdo y la ternera. No hay ninguna prohibición, pero creo que su sabor más intenso y la mayor proporción de grasa que contiene, me daba más reparo. Precisamente en este tema coincidí con mi compañera de la empresa de franquicias de ropa de niños, que también estaba embarazada como yo en su día, e íbamos compartiendo nuevas experiencias. Algunos pediatras recomiendan introducir la ternera y el cerdo recién a partir de los 9 meses y otros incluso sugieren esperar hasta el año.

Y luego claro está, es vital saber cómo cocinarlas. En mi caso, antes de cocinarlas hay que retirar la piel, los nervios y la grasa visible, y yo nunca añadí sal ni ningún tipo de condimento. Al principio la hacía a la plancha, en su punto, pues conserva mejor los nutrientes, también guisada, hervida o asada. Lo que siempre evité fueron los fritos y los empanados. Especialmente al cerdo hay que cocerlo al punto, pues si se pasa pierde sus propiedades y queda demasiado duro.

Poco a poco mi hijo se fue acostumbrado al sabor y ahora puedo decir bien alto que le gusta todo tipo de carnes. Después de estar cuatro meses de baja volvió a mi puesto de trabajo en Grupo Reprepol, yo no me le llevé al trabajo como hizo Carolina Bescansa en el Congreso, y comenté estas cosas con mis compañeras, y como había nuevas embarazadas, las vino muy bien saberlo. Por eso espero que a vosotros también.

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