Hasta hace unos años en nuestro país una gran mayoría de los trabajadores nos dedicábamos al sector terciario, o lo que es lo mismo, al sector servicios, pero con la llegada de la crisis esta tendencia se ha ido modificando con el paso del tiempo debido a la desaparición de un gran número de puestos de trabajo.
Una forma más sencilla de verlo es que muchos de nosotros tenemos conocidos que últimamente han cambiado de puesto de trabajo y es que con la llegada de la recesión, muchos de los empleados que llevaban multitud de años al servicio de una compañía se han tenido que reubicar en otras empresas, como puede ser el caso de una persona que toda su vida se dedicó a la compraventa de vehículos de importación que traía desde diferentes países europeos con la ayuda de los camiones de Transportes Cars para que una vez en España y tras una exhaustiva revisión poner a la venta. Con la situación económica actual los españoles hemos dejado de lado la compra de coches para arreglar los nuestros y tirar unos años más con ellos para así ahorrar en nuestra economía. Es por ello que gente como esta persona que se dedicaba a la compraventa de vehículos hoy ha tenido que variar su trayectoria profesional y lo podemos ver en el sector primario, concretamente centrando su actividad en productos cárnicos, que se venden mucho mejor, ya que la sociedad han cambiado sus prioridades, dejando de gastar en lujo y dedicando su dinero a alimentación, sanidad y educación.
Incluso, hoy muchos de nosotros hemos vuelto a los pueblos y dejado a un lado la ciudad ya que en los primeros, podemos tener un terreno en el que cultivar nuestros alimentos y dedicarnos a la carne mediante extensiones en las que podamos tener animales como vacas o bueyes que además de ser nuestro trabajo y nuestra fuente de ingreso, sean nuestra libertad a los horarios y a las prisas.
En las zonas ganaderas el coste del nivel de vida baja ya que nosotros mismos podemos generar nuestros recursos alimenticios lo que ello conlleva que no tengamos que depender en gran medida del supermercado y así podamos abastecernos sin gastar. Por otra banda la calidad de vida aumenta exponencialmente y es que nosotros mismos nos pondremos nuestros horarios y seremos quienes gestionemos el tiempo que le dedicamos a cada tarea que a lo largo del día tengamos que llevar a cabo.
Otras ventajas de la vida en el campo
Además de las mejoras en la calidad de vida y el ahorro en el coste del día a día, también podemos destacar que en el mundo rural las relaciones de amistad con los vecinos son más comunes debido a que al disponer de más tiempo, la gente se relaciona más y en una gran medida, esto también favorece al ahorro en nuestra economía ya que a nadie le extraña que si un vecino cultiva hortalizas, ésta nos dé parte de su producción sobrante y nosotros le demos también algún cultivo o el sobrante de producción de leche que tengamos con lo que conseguimos que todavía sea menor nuestra dependencia de los hipermercados, ya que parte de nuestros alimentos provienen directamente de nuestra producción o de la de los vecinos.