Lo que no puede faltar en una barbacoa

Siempre recuerdo las tardes de barbacoa en mi casa. Es una costumbre que he ido reinventando con el paso del tiempo. Primero era con mis padres, luego pasé a hacerlas con mis amigos, luego con mi pareja, y para terminar, ahora las hago con mis hijos y mis vecinos. Siempre encontramos alguna excusa para organizar una. Cumpleaños, algún partido de fútbol o incluso hasta Eurovisión, aunque luego la decepción sea mayúscula. Lo importante es juntarse y pasar un buen rato.

Ahora bien, soy un radical para la barbacoa. Siempre tiene que tener unos ingredientes que sean básicos.

Por supuesto, la carne no puede faltar, las piezas deben tener unos dos centímetros de grosor para que no se resequen. Además es aconsejable que hagas unos cortes en el borde de cada porción, así evitarás que la carne se abarquille. Como puedes ver soy todo un profesional.

Las piezas de aves te recomendamos que las prepares con hueso ya que les proporciona más sabor. Para saber si están hechas pínchalas con un cuchillo y comprueba que el jugo es transparente. En mi grupo de amigos tenemos a uno que no le gusta cualquier tipo de ave, y la verdad es que siempre se lo tenemos que sustituir por salchichas o hamburguesas.

No pueden faltar las verduras. Algunas de las más apropiadas para una barbacoa son los espárragos verdes, los calabacines, las berenjenas, las cebollas, los pimientos y los tomates. Yo tengo la suerte de que mi padre tiene un huerto y me los da naturales, y la verdad es que se nota mucho la diferencia.

El toque de calidad

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Y por supuesto, en una barbacoa no puede faltar la salsa barbacoa. Ya sé que ahora lo tienes en cualquier supermercado, que es más rápido y eficaz, pero os recomiendo que algún día que tengáis tiempo, os pongáis manos a la obra y sea natural. Es muy fácil, pero por si acaso no sabeís aquí os dejo la receta. Os prometo que si os sale bien, no tiene nada que ver con el sabor de las de bote.

Pues como podéis ver así se pasa un día de barbacoa. Contando anécdotas con los amigos, los niños juegan entre ellos, y por supuesto, los hombres demostramos que también sabemos cocinar. La comida está muy buena, pero me gusta más el acto social que rodea a todo.

Además, he construido un merendero en mi chalé y es una gozada estar todos. Lo he amueblado con sillas, butacas y mesas que compré en Círculo Muebles. Aquí puedes ver uno de los ejemplos de butacas que he comprado y donde se ven los partidos de fútbol como un marqués. Es ideal para después de la comida, tomarse un gin tonic, de esos de los que ahora están tan de moda, y ponerte a contar mil batallitas con tus amigos, mientras los niños juegan.

Ahora que llega el buen tiempo, os recomiendo que no dejéis de hacer estas cosas, que como habéis visto son muy beneficiosas para todos. Se me olvidaba, buen provecho para todos.

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