Vivimos en un país en el que estamos muy preocupados por ello. En España solemos tener bien asimilada la importancia que tienen los productos de carnicería para cuidar de esa alimentación. Y es que las proteínas de las que disponen muchos de los productos de esta sección son fundamentales para soportar cualquier tipo de gasto de energía. Esto, sobre todo si tenemos niños o niñas pequeñas a nuestro cargo, tiene una importancia que hay que saber valorar. Y no siempre llevamos a cabo dicha valoración.
España es, según han indicado últimamente algunos medios de comunicación, el segundo país de Europa que más carne consume al año. Esta es, sin duda, una buena noticia. En primer lugar porque la carne es prácticamente siempre un sinónimo de buen estado de salud. Y en segunda instancia porque este alto consumo es sinónimo de dar una gran cantidad de trabajo a mucha gente. Son muchas las personas que viven de este trabajo y la verdad es que el dinero que se maneja dentro del sector es bastante importante dentro del conjunto del sector de la alimentación española.
Cuidar de la alimentación es uno de los objetivos que todas y cada una de las familias de este país tiene marcado en rojo entre sus propósitos. Este asunto, que seguramente es compartido por parte de todo el mundo, no es más fácil de conseguir por ello. La verdad es que son muchas las personas y las familias que se preguntan de qué manera pueden cuidar mejor de su alimentación, ya sea para perder peso o para cualquier otra cuestión. Para mucha gente, dar en el clavo en este sentido tiene una importancia vital.
Un artículo publicado en el diario El País y titulado “¿Cuánta carne comemos?” puso cifras al consumo de este tipo de producto en nuestro país. El resultado es el consumo de 51 kilos de carne al año por persona, algo que por supuesto pone en evidencia la enorme importancia que tiene este tipo de productos en el sector de la alimentación. Y no nos equivocamos con esta decisión. Pocos productos alimenticios tienen la potencia que tiene la carne para garantizar energía y salud para cada una de las personas que los consumen.
Otro artículo, en este caso del portal web EFE Agro, puso de manifiesto más cifras relativas al sector. En concreto, la carne porcina ha sido producida en un 1’63% más en comparación con años anteriores, mientras que se ha tratado más de un millón y medio de toneladas de carne de pollo. Los españoles podemos estar satisfechos. Nuestra apuesta por la carne deja claro qué apostamos por una alimentación de calidad. Y es que ningún producto como la carne permite garantizar, como antes decíamos, una provisión de energía tan grande.
El tomate, el elemento preferido para combinar con la carne
A mucha gente la carne le parece mejor si la combina con otro tipo de productos que le hacen explotar todo su sabor. Uno de esos productos es sin duda el tomate, tan usado para complementar todo tipo de menús y platos. Según nos han comentado los profesionales de Hida, una de las entidades que más experiencia tiene en un subsector alimentario como el del tomate, este producto es uno de los que más se viene utilizando últimamente para dar un toque especial a todo tipo de carnes. Y es que parecer ser que el tomate es una apuesta segura para todo.
A quiénes parece gustarle más esta combinación según hemos podido saber gracias a Hida son los niños, que son los que suelen degustar en mayor parte este tipo de mezclas. Teniendo en cuenta la etapa de la vida en la que se encuentran, que es fundamental para que desarrollen un crecimiento de lo más constante y sólido, este tipo de alimentos tienen una importancia destacada a la hora de construir una persona fuerte, sana y que tenga la energía suficiente como para enfrentarse a cualquier tipo de día que se le presente.
No todos los niños tienen la alimentación que deberían. A muchos se les educa de manera errónea, haciendo que prioricen comer chucherías a comer como debe ser. Incurrir en ese vicio es muy peligroso a la hora de garantizar un crecimiento ideal y es necesario que todas aquellas personas que tengamos a un menor a cargo pongamos las medidas suficientes como para tratar de hacer posible una mejor alimentación para los más pequeños. Su futuro depende, en buena medida, de la calidad de la carne que ahora consuman.
