No hay plato español más conocido y apreciado a nivel nacional e internacional que el de la suculenta paella valenciana. Para empezar, la paella se puede asemejar a un acto social de lo más agradable durante el cual se comparte mesa con familiares y/o amigos. Estos dulces y gratos momentos suelen tener lugar los fines de semanas o durante las vacaciones para que cada uno pueda disfrutar de la compañía de los demás sin tener que mirar nerviosamente la hora en su reloj de pulsera. A primera vista la paella parece ser un plato sencillo a elaborar. Sin embargo, ¡nada está tan lejos de la realidad! El momento más crítico en la elaboración de este plato es el final de la cocción del caldo. Es en ese momento, en efecto, cuando se consigue o no la dureza y textura idónea del arroz, razón por lo cual se debe controlar de forma rigurosa el fuego. Entonces, ¡claro!, a veces por despiste o por cualquier otro motivo, se nos puede quemar o, sencillamente, no salirnos bien la paella. Por ello, contar con cocineros profesionales para la elaboración de este plato delicioso como los que conforman la plantilla del servicio de Paellas Gigantes de Rossini Catering, puede ser una excelente opción. Al frente de esta empresa se encuentra Eduardo García, un hombre que tras una dilatada experiencia en el sector decide un día hacer de su pasión una realidad y poner su experiencia al servicio del cliente. De hecho, su saber hacer y gran profesionalidad fueron en el año 2011 galardonados con el premio al mejor sabor en el concurso internacional de paellas de Aixerrota (Getxo, Bilbao). ¡No hace falta añadir más nada!
Paella tradicional: con conejo y pollo
Si se quiere respetar al máximo la costumbre valenciana para hacer la paella, junto al arroz, los ingredientes que deben prevalecer son el pollo y el conejo, normalmente en porciones similares, aunque a algunas personas les guste poner más pollo que conejo. Ambas carnes se deben sofreír cuando se empieza a elaborar la paella, lo que le da mucho sabor al plato y le proporciona ese toque tan peculiar y único. Luego de ello, se le debe añadir la verdura, lo que, al ser la paella originaria de la Comunidad Valenciana, tierra de huertas y fructíferos terrenos, parece ser de lo más lógico. Ésta consiste principalmente en judías verdes, “pallar”, “garrofón”, “habones”, “judía de Lima”, “haba de Lima”, “poroto pallar” o “guaracazo”, alcachofas y tomate. Los condimentos y aromas son otras de las cosas de no deben faltar, como la sal, el aceite de oliva, el pimentón dulce, el azafrán y unas ramitas de romero. Para los que quieran y les gusten, se le puede poner al plato unos cuantos caracoles. Por fin, se le debe añadir el ingrediente estrella de la paella, a saber el arroz. Éste debe ser de medio grano, nunca largo, y los puristas o gran amantes de este típico manjar valenciano recomiendan que sea siempre con “Denominación de Origen Arroz de Valencia”. Dicho esto, el arroz se suele echar de manera a que forme una especie de cruz en la paella (recipiente). Algunos también aseguran que no hay que remover nunca el arroz. El arroz se quedará de esa forma ahí donde se echó, ya que al llevar almidón va a actuar como una ligazón y espesante y quedará suelto. Como lo veis, hacer una buena paella no es tan sencillo como podría aparentarlo. Por ello, si para cualquier evento (boda comunión, cumpleaños, etc.), en la cual la paella debe salir perfecta sí o sí, o si necesitáis hacer paellas mayores a las de 50 raciones por cualquier otra razón, no dudéis en solicitar los servicios de Paellas Gigantes de Rossini Catering, una empresa madrileña apasionada por la gastronomía tradicional y por los sabores de siempre, así como por aquellos guisos y platos que se elaboraban en casa y la perfumaban durante horas, abriéndonos el apetito con tan sólo respirarlos. Una cocina del recuerdo al más puro estilo “proustiano” que nos lleva con nostalgia hasta los senderos más ocultos y lejanos de nuestra niñez, donde todo parecía tan fácil y posible…