Calidad investigada

En la industria de los productos cárnicos se está importando una costumbre más propia de otros sectores. Es el caso de las visitas de los detectives privados a los centros de trabajo, en los que se hacen pasar por un trabajador para poder comprobar que todos los procesos e instrucciones de la dirección se cumplen.

Los detectives privados son un grupo de profesionales habilitados mediante licencia, para meter su cabeza allá donde nadie les llama, para conseguir información relevante para un cliente. En pocas veces la realidad se acerca a la ficción, pero este es uno de esos casos, porque los detectives privados pueden perseguir a alguien sospechoso de estar cometiendo una infidelidad, o pueden infiltrarse en una reunión para conseguir información.

En la industria cárnica se deben realizar muchos procesos de manera secuencial y exacta, y sino se realizan puede que los productos que se desean fabricar no salgan como deberían. Además, la limpieza es uno de los grandes aspectos a cuidar, y todos los días deben limpiarse los espacios de trabajo.

Por este motivo, algunos empresarios de este sector deciden hacer una auditoría interna para cubrirse de los posibles fallos que puedan acarrear sanciones. Una auditoría puede comprobar y certificar que los procedimientos son los correctos, pero puede que no vean como se llevan a cabo todos los días.

Por eso, la utilización de un detective privado que pueda comprobar que la realización de los procesos, durante una jornada habitual de trabajo, se ejecutan de manera adecuada, es una opción cada vez más utilizada. Pero es importante saber los límites a la actuación del detective privado, y en este artículo os los vamos a contar.

Los límites a la actuación de los detectives privados

El límite a la actuación del detective privado es en ocasiones bastante impreciso, sobre todo en lo que respecta al derecho a la privacidad. Por regla general, los detectives privados solo pueden realizar seguimientos y documentarlos, cuando los sujetos estén en lugares públicos, y definir qué es un lugar público es algo que puede resultar complicado.

Por ejemplo, se ha determinado que los reservados de los restaurantes no son sitios públicos. Esto quedó claro con las escuchas realizadas por los agentes de las SGAE que querían comprobar cuáles eran las canciones que se reproducían, para cargar las correspondientes tarifas por derechos de autor.

Otro tema muy controvertido es el de la legalidad de las grabaciones realizadas. Pues bien, solo se puede grabar una conversación cuando uno de los presentes es quien la realiza, aunque los demás lo desconozcan. De hecho, es ilegal realizar grabaciones por los detectives privados poniendo micrófonos en lugares como mesas o floreros.

Y esto es importante de cara a que se puedan presentar las pruebas en un proceso judicial, ya que cuando se obtienen pruebas vulnerando el derecho a la intimidad, el juez no la tendrá en cuenta para su decisión. Esto se suele dar con frecuencia en los casos en los que se han realizado escuchas ilegales, o se han obtenido fotos en lugares privados, vulnerando el derecho a la intimidad.

Por eso es importante que cuando se contrate con un detective privado, éste tenga claros los límites. Para ello podemos contar con detectives con experiencia, como Castellana Detectives, un prestigioso despacho de investigación privada a nivel nacional e internacional, con más de 15 años de experiencia, y que destaca por contar por los mejores profesionales.

En conclusión, a la hora de realizar informes corporativos, los detectives privados deben de tener claro cuáles son los límites del derecho a la intimidad para poder llevar pruebas fiables a un futuro proceso.

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