Hace años abrí una carnicería en mi pueblo, y me fue bien hasta que comencé a perder audición. Le comenté el problema a uno de mis amigos y me dijo que lo mejor que podría hacer sería tomarme unas pequeñas vacaciones y ponerme en manos de los mejores profesionales. Me puse en contacto con un centro auditivo,
www.innovaudiosa.com, en el que revisé mi audición de manera gratuita. Efectivamente, tenía problemas para recibir todo tipo de sonidos, por lo que sería necesario que llevara audífono a partir de entonces. En el mismo centro me proporcionaron el más adecuado para el tipo de problema que padecía y, cuando terminé de adaptarme a él pasados unos días, recuperé gran parte de mi personalidad amable.